El crudo invierno azotaba aquella frontera cuando las gruesas gotas de sudor caían abundantemente por sus rostros. Veían al policía revisar la parte posterior del vehículo con unos largos bastones con pequeños espejos adheridos en la parte final de los mísmos.
Uno por uno fueron pasando por el detector de metales, para que finalmente, y con los sellos en sus pasaportes, entraran al vecino país.
La inspección en la aduana de entrada no fue tan minuciosa como el registro anterior; contestaron unas preguntas, llenaron unos formularios y montados en el “carinita”, su destartalado medio de transporte comenzaron a devorar los últimos kilómetros que los separaban de la ciudad de Tacna.
_ Cumpa!!,¡¡ Casi se me sale el corazón!!, Me sentí como el tipo de la película “el expreso de medianoche”.
_ ¿Qué te dije Tomasito? _Intervino juliano _ en invierno como hay baja temporada de turistas la policía no molestan tanto.
Juliano mete las manos por debajo del asiento del copiloto y entre los resortes saca un inmenso paquete de periódico, lo abre y muestra victorioso una bolsa con la preciada droga.
Thomasito guiaba la maquina a una velocidad moderada, arregló el espejo retrovisor para constatar el estado de jorge y negro, quienes sentados en la parte posterior del vehículo, miraban el árido paisaje que pasaba al rápido paso de los neumáticos.
Estacionaron frente al hotel “El emperador”, en una de las avenidas mas concurridas de la pequeña ciudad turística; llenaron el formulario de ingreso y luego un uniformado recepcionista los guíaria hasta su habitación.
Dejando las maletas sin ordenar se ducharon y durmieron toda la tarde esperando el anochecer.
La luz trémula de la silente luna bañaba las cortinas del pequeño balcón cuando despertaron.
_ Yo creo que es hora de ponerle un poco de risa a la pieza._ Dijo Juliano entre bostezos
_Negro anda con Jorge a comprar el copete, cruzando la avenida hay una botillería, yo con Thomasito preparamos los “tontos voladores” mientras ustedes llegan.
Jorge y Negro bajaron las escalas que los separaban de la calle, saludaron con un ademán al recepcionista y salieron en busca del preciado liquido. Discutieron con un viejo y gordo individuo el respectivo cambio de las monedas nacionales por las monedas locales. Finalmente portando algo de dinero compraron el trago y regresaron a la habitación. Thomasito tenia ordenada sobre la cama dos docenas de cigarrillos de marihuana y con una sonrisa de complicidad les dio la bienvenida.
_ ¿Estamos listos?.
_ ¡Estamos!._ Respondieron al unísono.
Cada uno tomó dos pitillos y juntos se encerraron en el pequeño baño de la habitación; cerraron la ventana y comenzaron el largo ritual de consumo que ya era repetitivo en la vida de los cuatro compañeros. La niebla alucinógena y la perdida de los sentidos eran acompañados por largos tragos del brebaje color carmesí que Jorge preparada minutos antes.
_ ¡Cualquier humo!,Estamos en Londres!_ Decia Juliano tratando de no toser.
_ ¿ Que onda, para adonde vamos después?
_¡ Vamos a la casa de las muñecas!_ Dijieron al unisono entre risas.
_ Parece que el Negro murió, mírale la cara.
Negro permanecía sentado en la taza del baño con los ojos desorbitados, un fino hilo de saliva caía en su oscura camisa. El único signo de su estado de actividad era un mecánico movimiento que realizaba era llevarse el vaso con licor a la boca.
_ ¿Houston a Negro?,Houston a Negro?, Tenemos un problema Negro._ Todos rierond e buena gana con la broma.
Encendieron mas cigarrillos confeccionados con aquellas hojas verde, saciando la sed que provocaba el reiterado consumo con más vasos de alcohol. Juliando y Thomasito bajo el estado de alucinación se reían a carcajadas de la desfigurada cara de Jorge, negro vomitaba a su lado.
_ ¿ Viste?,vinimos a conocer y terminamos drogándonos en un baño como en casa._ Mas risas ahora descontroladas por el estado etilico.
_ ¿ Los drogadictos se saben la historia de la rana y el escorpión?._ Preguntó Jorge.
_ No.
_ Yo tampoco.
_ ¿¿??
_Bueno, viene como "anillo al dedo" en esta situación, así que se las cuento. Había una rana sentada en la orilla de un río muy torrentoso, cuando se le acerco un escorpión. Este le dijo a la rana si podía ayudarlo a cruzar el río, pues era profundo y el no podía hacerlo. La rana lo pensó y respondió que no, pues cuando estuvieran en la mitad del río el escorpión haría uso de su lanceta y la picaría matándola en el acto...
_ Esta huevada parece cuento gay, mira le va a enterrar la lanceta en el acto!!_ Más risas de todos.
_ Déjenlo terminar que está re buena la historia._ Grita Juliano desde el frigo-bar sacando un paquete de frías cervezas.
_ Dele nomás cumpa._ Negro solidariza con la historia y a la vez pareciera que las cervezas lo animan a dejar su estado de "Zombie"
_ Bueno; la cosa es que después de pensarlo mucho la rana se dijo; "si este escorpión me pica a la mitad del río, nos ahogamos los dos, no creo que sea tan huevón como para hacerlo". Bien escorpión vamos nomás le dijo. Con el bicho en la espalda nuestra ranita comenzó a cruzar el torrente, e iban ya en la mitad del río cuando de repente ¡¡¡zaz!!!!!!, El escorpión le enterró la lanceta en la espalda a la desprevenida ranita.
_ Anda, el escorpión para maricon!_ Dijo Thomasito sacándo carcajadas.
_ De repente estaba medio caliente y la rana tenia buen poto!!, Cualquiera se calienta en la espalda de cualquier “ranita”_ Respondió Juliano, generando más carcajadas.
_ De repente era un escorpión japonés, de esos kamikaze!_ Acotó Negro.
_ ¡Tranquilos los drogadictos!, Que falta poco para el triste desenlace._ Anticipó Jorge tratando de darle un dejo de misterio a su relato, tratando de no reir.
_ ¿ Quedo embarazada la rana?
_ ¿ Demando al escorpión por pensión alimenticia?
_ ¡Déjenlo terminar, mierda!_ Juliano trataba de mantener la calma entre el desorden que se producía en la habitación.
_ Bueno la cosa es que la rana comenzó a ahogarse con el escorpión aun en su lomo, ambos tenia cara de estar asustados. Y con las ultimas fuerzas le dijo al escorpión”; ¿ No entiendo? ... ¿por qué lo hiciste? Tu también vas a morir”, el escorpión la miro y respondió,”lo siento ranita, es en serio que lo siento mucho, pero,” NO PUEDO DEJAR DE SER QUIEN SOY”.
Los aplausos fueron acompañados por gritos desgarradores de aprovación, coreando como lo hacían en el estadio las sílabas de “es-cor-pi-on!”.
El humo ya se había hecho irrespirable cuando abandonaron el hotel y se encontraron en la noche en busca de su destino.
Llegaron a la “casa de las muñecas”, él más grande y concurrido prostibulo de la ciudad. Una amplia puerta de entrada conducía por los largos y angostos pasillos que formaban una perfecta herradura; en ambos lados del estrecho pasadizo, mujeres con diminutas y provocativas prendas de vestir estaban paradas en los arcos de un centenar de puertas. En ambos lados del obligado camino, invitaban a la media docena de visitantes que había en el lugar a ingresar a sus lujuriosos cuartos.
_ ¡Anda cabrito! Quedé más caliente que pata de camello!_ Decía Thomasito liderando la agrupación.
Los cuatro amigos caminaron entre una gran cantidad de prostitutas de toda clase de fisonomia, altas, delgadas, morenas, rubias, un sin fin de cuerpos para elegir.
Hicieron un completo recorrido, lentamente y en silencio. Negro pensaba que antecedia a sus amigos, dándose cuenta de su error al dar vuelta y comprobó que ellos ya no se encontraban con él, disfrutaban de los placeres de los amorosos cuerpos de sus anfitrionas.
_ ¿ A quien buscas?_ Un dulce tono envolvió su ser.
Para saber de donde provenia la voz tuvo que girar sobre si mismo; en la ultima puerta a su derecha; se encontraba una hermosa mujer, cubría su desnudo cuerpo solo con un vestido de seda trasparente.
_ Yo venia con unos amigos, no sé dónde se metieron._ Balbuceo tratando de qué no notara sus nervios.
_ Yo sé donde se metieron, lo difícil es saber si saldrán!_ Aquella sonrisa mostró una blanca y perfecta dentadura, _ ven, yo te mostrare algo que hará olvidarte de tus amigos._ Dijo tomando la temblorosa mano de Negro.
Ambos ingresaron a una pequeña habitación, un velador, un peuqeño sanitario y una cama de dos plazas eran todo el inmobiliario de aquel cuarto. Desnudó a negro entre besos y caricias, se desprendió de sus ropas con eróticos movimientos y mostró un cuerpo perfecto y firme. Con sensuales movimientos se acostó en el amplio lecho. Una amplia y deliciosa sonrisa acompañó un pícaro gesto con su dedo índice. Llamaba a su nueva pareja de amores prohibidos.
_ No puedo..._ Susurró Negro mirándola.
_ ¿Que pasa amor estas nervioso? Ven, te haré un masaje que te soltara tus adoloridos músculos.
_ No, no es eso, es tan solo que no quiero. , mira, toma tu dinero. Lo siento eres preciosa, pero no puedo, lo siento._ No podía entender por que no podía dejar de temblar.
Se juntó con sus amigos que lo esperaban en la puerta del prostubulo, caminaron conversando de sus lujuriosas hazañas sexuales. Relatando eróticos y exagerados momentos junto a las prostitutas.
El camino de regreso resulto tedioso, cansador, sus torturados cuerpos exigían un merecido descanso después de las arduas vacaciones, encendieron sus últimos cigarrillos de marihuana y bebieron unas abolladas latas de cerveza.
_ ¿ Que tal tu mina Tomasito?
_ ¡ La mina tuvo que sacarme a patadas del cuarto, seguro que después de una noche conmigo se busca otro trabajo!_ Todos rieron de la hazaña.
_ Donde llego el galán de película pornográfica!_ Le respondio Juliano riendo.
_ ¿ Juliano, y la tuya?
_ ¡ Termino comiéndose el colchón!_ Más risa. Clap-clap-clap-clap Los aplausos fueron espontáneos para el fundador y lider de aquel grupo, el más longevo de sus integrantes.
_ ¿ Y tu jorgiño?
_ Yo creo que la mina que me toco a mi se va hacer vegetariana, después de una noche conmigo, no va a querer ver nunca mas un pedazo de carne en su vida!_ Mas aplausos.
_ ¿ Negro, que onda con la minita tuya?_ Todos lo miraban con interrogantes pues no había hablado mucho desde su regreso del prostibulo.
No solía mentir, no podía ir en contra de sus principios. Drogadicto y alcohólico, pero nunca un mentiroso. Los demás viajeros lo miraban con un signo de interrogación en sus rostros. No se imaginaban el final de la historia del moreno amigo.
_ No pude cumpas, es en serio no pude._ Les dijo sin sentir verguenza.
_ ¿Qué le paso a mi kunta kinte?, Cuentéele al tío Thomasito_ Todos rieron por el tono sarcástico del conductor.
_ No puedo cumpas, no puedo tener sexo si no hay sentimientos de por medio. Para mí el sexo tienen una doble función, es conectar el cuerpo junto al alma. Más que el orgasmo corporal, tiene que tener placer de espiritu, más que un gozo, es el entendimiento complejo de complementarte con la persona a quien elegiste, la entrega tiene que ser mutua.
_ Para mi que a este huevón no se le paro._ Nuevamente carcajadas incontrolables de sus amigos.
_ Es como el cuento de la rana y el escorpión, “ no puedo dejar de ser yo mismo”, díganme drogadicto, alcohólico, pero me queda algo que aún me une a la línea espiritual, y es el amor, el verdadero cariño hacia la persona con la cual te entregaras por completo. No puedo tener sexo por una noche y no sentirme cómodo por ello. Lo siento, pero no puedo. Espero que comprendan y que entiendan lo que quiero que comprendan Sexo sin amor, no existe en mi vida_ Negro miraba el desierto que pasaba rapidamente a medida que se alejaban de la ciudad.
El silencio envolvió al grupo durante los kilómetros que los separaba de la frontera, un silencio reflexivo.
Ya en aduana miraron el camino recorrido y sonrieron en una forma de despedida de las tierras que abandonaban.
_ ¿ saben?_ Preguntaba Juliano al grupo.
_ ¿ Díganos cumpa?
_ Cuando vengamos de nuevo de viaje, no vamos a llevar al Negro a “la casa de las muñecas”.
_ ¿ Para que lado lo vamos a llevar?
_ Lo vamos a tener que llevar a “la casa de los muñecos”_ Las carcajadas inundaron la aduana.