Explicación: este texto fue hecho para un desafío hace varios meses. El desafío tenía por condición tener todas las palabras que pudiera de un grupo predeterminado de términos.
Palabras: Inmarcesible, elocuencia, inefable, etéreo, efímero, serendipia, olvido, aurora, efervescencia, incandescencia, soledad, luminiscencia, epifanía, iridiscencia, arrebol, limerencia, época, sonámbulo, desenlace
Resultado:
Espectáculo en la mesa
Un tipo de inmarcesible ánimo entró a un restaurante y, con increíble elocuencia se le acercó un mesero.
—¿Desea que le traiga la carta, señor?
—Se lo agradecería mucho, buen hombre.
—Vendrá dentro de poco.
Tenía entendido que los platos del cocinero eran simplemente inefables tanto en sabor como en belleza.
—La carta, señor.
El cliente la leyó y cuidadosamente seleccionó un plato.
—¿Ya decidió? —inquirió el mesero.
—Así es, señor , .
—¿Cuál escogió?
—“Reina Aurora”
—Gran elección, señor.
Al rato las luces se apagaron y el mismísimo cocinero vino a realizar el toque final. Al encender el plato, una luminiscencia arrebolada hacía que el comensal recordase varios amaneceres en el campo tras pasear sonámbulo en lo que parecía ser una época nostálgicamente distante.
—Muy buen uso para mi título, maestro —dijo el cliente apenas se zafó de la limerencia causada por el espectáculo—. Es el mejor uso culinario que he visto de la iridiscencia.
—Gracias por el título, maestro y espero le vaya bien en su carrera… Aún no olvido lo complicado que se me hacía el ponerle un nombre interesante.
‹‹Y yo que creía que la epifanía vino al ver alguna incandescencia o algo así›› se decía el mesero al oír el intercambio de agradecimientos.
—Me recordó a más de un paisaje etéreo en la soledad del campo.
—Viejos tiempos, ¿no?
—Así es, viejo amigo.
—¿Hablamos después del trabajo?
—Por supuesto.
‹‹Un gran show desde el comienzo al desenlace. Siempre resulta efímero por lo pasmado que uno queda. Fue una increíble serendipia cuando al junior se le cayó el licor sobre el plato. Recuerdo la cara del maestro cuando dijo que era justo lo que faltaba para perfeccionar el plato.›› Pensaba el mesero entre la efervescencia de los aplausos provenientes de los otros clientes.
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