Pensé que no había nada que contar
sobre la viuda y su amor secreto.
Ya sin el ahora muerto, dos fulanos
atendían a la que acaba de enlutar.
Con el comandante compone un dueto,
Y al necesitado le deja andar sus manos.
En su rincón satisfecha parece la apenada,
ya que ambos no se andan con mucha prisa.
Ocultos, ardientes y con mucho apego
le dejan algo mas que su masculina mirada.
Pero la mujer en su viudez, de pronto analiza
si no será mejor intercalar en su desasosiego
a una de su género y mejor adiestrada.
Texto agregado el 09-09-2015, y leído por 179
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Lectores Opinan
09-09-2015
Por eso antes las ponían a rezar novenas...***** achachila