De mi último amor recuerdo
contarle mientras dormía
las razones por las que me iba,
que seguiría queriéndola
pero no veía más salida,
regarle la cama con lágrimas
tras nuestro orgasmo al unísono,
tener que abrazarme el pecho
al notar que (se) me rompía.
Del anterior los te quieros
en francés y al oído
cuando estábamos
a punto de corrernos,
los viajes hacia el mar
y todas las discusiones
que no cesaban de retumbar.
Antes de él vino un amor pacífico
que me enseñó de convivencia
y comunicación, pero también
lo triste de la calma cuando
viene de la mano del tedio y el miedo.
No he tenido muchos más
o tal vez sí -uno solo-
y no lo quiero recordar.
Texto agregado el 08-09-2015, y leído por 194
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
09-09-2015
claro y preciso te dejo mis ***** saludos abejareina
08-09-2015
Se va o se queda.Lo importante es lo vivido.UN ABRAZO. GAFER
Lo bueno del amor es que no tiene espíritu contable. El primero o el último no tiene importancia. Lo que cuenta es la calidad, la intensidad del sufrir o del regocijo, la ilusión de presentir la trascendencia, el inefable gozo de la entrega. Me agrada leerte. (5*) -ZEPOL
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login