La soledad, descubro hoy... tiene un sabor amargo.
Pero la endulzo con esta taza de café que me acompaña.

Dediqué tiempo y esfuerzo. Me esforcé tanto por amarte, por verte feliz, por verte sonreír... que me olvidé de mí misma.

Que triste saber que puedes amar, simplemente no a mí.

Siento dolor, sin saber ¿por qué?
Extrañamente no te extraño... solo en las mañanas, cuando extraño tu brazo atravesado por mi pecho, presionándome contra ti.

Creí haber encontrado el manantial del que tanto había soñado beber, pero solo era un riachuelo como tantos otros. Que triste, no?

El barco se está hundiendo, lo puedes sentir ?
No se si esperar a que se hunda o tomar la salida de emergencia más cercana?
Me acostaré en el mar a que la marea me lleve a donde quiera, con este nudo en la garganta y este kilo de sentimiento en el alma que me pesa llevar.
Creo que perdí la esperanza o simplemente me cansé de ser la única que remaba.

Es un lento naufragio.