UN CANTE JONDO GITANO UNIVERSAL Y ANTROPOLOGICO
Espectáculo entre dos (voz y guitarra) que va alternando ambas partes en progresión por los altibajos de tension musical; por los planicies, después cumbres y volver a remontar de nuevo, sucesiva y circularmente,

Así como la vida misma, falta igulamente y de forma cíclica de estímulo, vigorización, contingencia e incluso tragedia.

Un espectáculo que se asienta sobre la explosión estético-emocional de verdadera furia vital, existencial,

Algo así como muestreo a soborear del impulso vital propio del oyente-espectador (o al menos en su idealizacion fisiologica), quien y respecto de sus propia fisiología real y palpetante no es nunca libre simplemente de realizar, socialmente de ninguna manera y en tal grado,

Sino que lo ha de vivir ejercitandolo visceral y vicariamente a través del espectaculo mismo, y subordinado a otros multiplies cuaces posibles de alivio, descarga y simulacro antropologicos, siempre hacia una acomodación como control-y no solo la supresión-de la violencia de los instintos humanos.

Y como de verdadera producción se trata a dos, se va surgiendo en torno de su creación una comradería, intima humana a través de los ciclos de tension e intercambio, entre voz y guitarra;

Un entendimiento cómplice, circular entre ambos respecto de esto que van forjando en su maestría, en tempo y a tiempo reales sobre el escenario,

Complicidad y unión que es también ostensible, y que prende igualmente la fisiología sensorial de quien lo contempla,

Como suprema imposicion artistica-existencial en el otro y respecto de esto de la alteridad de Octavio Paz,

En una representacion plastica viviente del único sino humano posible,

Como camino real e inapelable vital del hombre sobre la tierra, sujeto como está por la trascendencia ante todo social, y a pesar paradojicamente de su violencia fisiologica-racional y de su propia biología;

En nombre desde luego de la vida colectiva civilizada cultural, particular,

Y porque, después de todo, ¿qué otra cosa ha habido realmente nunca respecto de la experiencia humana de verdadero valor y significado, auxilarmente a todo lo de más y como simple sostén y pasatiempo como manjar, de lo más nutritivo que es el verdadero comer vital (despues de haber comido, claro):


Camarón de la Isla y Tomatito por bulerías, Málaga, 1990:
https://www.youtube.com/watch?v=eTFKw9COZJs




4. La magia del "debe ser"
Comentario sobre un apartado del mismo titulo de Ortega Gasset en España Invertebrada (1921)
Aun con todo, si que hay un deber ser una vez que se entienda más profundamente-más exhaustivamente-lo que es el ser humano sobre la tierra:

Y el ser humano solo es de forma social y colectiva;

Está en su genética y su propio ser y estar fisiologicos; por ello todo lo que es el hombre, respecto de lo fisiologico y racional-conceptual, semiotico

Es irremediablemente de sustancia moral, y no divisible en rigor al menos teorico-conceptual de ninguna manera del resto de sus facetas, ambitos constitutivos.

Pues postulado la individualdad humana, después historicamente de la agricultura, como en realidad dictada estructuralmente por la posibilidad colectiva en sí, no sería de extrañar que el universo individual estuviera permanentemente definido por la relación real psicologica con el grupo,

Mediante el físio-terror del oprobio individual frente siempre a grupo;

Debido adicionalmente, y previo a lo social en sí, a que la misma percepción humana es inevitablemente una proyeccion fisiologica respecto de aquello que soy yo en mi percepción sensorial precisamente de lo que es espacialemente ajeno, de tal manera que

Mi percibir es el saberme real justamente en lo que no soy;

Y mi percepción deviene pues afirmación de mi ser propio en todo aquello que, en su calidad de percibido (objetos, sensaciones, paisjes y otros seres vivos) implica lógicamente el observador;

Pero incluso mi propia percepción no puede ser nunca ajeno a lo que se supone que he de anticipar sensoralmente, porque jamas mi capacidad de percepción ha estado realmente libre nunca del contexto fisiologico-humano inmediato en que irremediablemente soy yo:

¿Cómo no calificar mi propria capacidad de percepción como independiente y no sujeto a alguna clase de moral compartida y claramente semiótica?

Porque ciertamente hay cosas que es mejor que no se perciban, si es que no tuvieran explicación semiotica-moral alguna, lo que en caso de darse me desbocaría irremediablemente a alguna forma de conflicto con la inevitable sancion colectiva y cultural (siempre bienpensante inicialmente y farisaico) de lo moral y lo que es moral y semióticamente licito que se perciba.

Porque indudablemente temo una situación en la que mi percepción no se ajusta a la debida normalidad moral y semiotica colectiva:

Y como mi percepción es mi fisiología, igualmente me espanta la posibilidad de que mis propios instintos se me vayan unos paso más allá de lo debido moral, social y semioticiamente, bajo la sombra sepulcral y amenazante de mi propia ostracismo social-y hasta la muerte a pedradas vuestras de mis propias posibilidades biologicas, corporeales…

Ya lo creo pues que haya percepciones que prefería no tener-las que rehuyo como la muerte (precisamente lo que son en sus consecuencias y desde el punto de vista de la biología antropológica y de evolución),

Como pilar antropologico nuestro que es el miedo a no poder conformar, de alguna forma e incluso por un logrado y delicado equilibrio de conformidad a traves del desafío y resistencia;

Porque normalmente tampoco dejan que renuncies a tener individualidad propia (es requsito tecnico asismismo del sistema) que quiza sería mirádonlo bien lo más óptimo finalmente.


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(Siempre con el beneplacito de ZEPOL, claro)




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