Te gusta encontrar mis versos
como rocío en tus hojas;
si yo no vengo, te enojas
y me muestras tu desprecio,
te gusta la melodía
de mi voz a tu costado,
quieres tenerme a tu lado
todas las horas del día
y te encanta mi fogón
de llanera catirita
cuando te miro cerquita
y amorosa, corazón.

Pero te muestras huraño
si pido correspondencia
porque a cambio tengo ausencia
y tus caricias extraño.
Caramba, mi pecho grita
de mi alero a tu pradera,
¡caramba, si tú me dieras
de tu amor la lloviznita!