BUENOS NEGOCIOS

Vendo mi mala memoria
y empeño mis ratos de ocio;
sólo necesito un socio
que ayude mi entendimiento.
Siempre es el mejor momento
para hacer un buen negocio.

Permuto noches de insomnio
por sueños de fantasía;
compro salud y alegría
devuelvo la enfermedad,
y antes que la soledad
le ofrezco mi compañía.

Yo entrego mi sufrimiento
por un poco de esperanza,
mas si prefiere una fianza
igual no le cobro nada:
Esto es cosa superada
y le anoto mi confianza.

Puedo pagarle al contado
pero sería un derroche,
mas si me lleva en su coche
le firmo dos pagarés:
uno es para después
y el otro para esta noche.