Poquísimas veces he entrado a leer algún texto de una cuentera o cuentero, y con tristeza, he visto que alguien de forma anónima le ha colgado una estrella. ¡De forma anónima!. Después de la lectura, para alegría, me he encontrado con una poesía, cuento, reflexión etc. bellísimo y profundo, por lo menos según mi modesto criterio.
Ya sé que son las reglas del juego. Las acepto. Y que cada uno hace lo que piensa como más correcto, me parece muy bien. Así debe ser.
Queridas amigas y amigos: no hablo por la herida, pues esto a mi nunca me ha sucedido. Tal vez hoy me suceda con esta reflexión. Si esto acontece, no importa, me sonreiré.
Me parece, y esto es lo que percibo en la página, que debe imperar el respeto, el diálogo, la corrección fraterna, de forma o pública o privada. Yo, por cuestiones personalísimas, las correcciones las hago de forma privada. Y ello me ha generado diálogo y amistades. Pero Islero no es ejemplo para nadie, y menos cuando escribe. Islero aprende de vosotros. Aprende de los mayores y de los jóvenes, mujeres y hombres. ¡Embellecen la pagina!
¡Que caiga sólo una estrella! Así nos reímos un rato de nosotros mismos. Creo que hace bien, por lo menos para mí. Un gran abrazo.
|