Una de las tentaciones de Satanás fue mover la mesa donde tenia encima una computadora, estaba casi oscuro, en un cuarto. Al ver el movimiento de la mesa, al punto de caer la computadora, me levante con tanta rapidez para tranquilizar la mesa. Era un espíritu, no se veía.
Hacíamos fuerza ambos, quería derrotarme, pero hice mención a las tres divinas personas en mi interior: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Luego, en ese instante poco a poco perdía fuerza el maligno hasta que al fin pude lograrlo.
Sujete el Rosario en mis manos, mas un cuadro sobre el Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María. Había uno mas grande, pero no la podía quitar del puesto, abrace entonces la imagen mas pequeña. Segunda tentación fue aquella donde la imagen fue cambiada por dos mujeres, una morena y otra rubia, cambiada por Satanás. Seguía mi Rosario y cada vez que lo hacia se iba aclareciendo la oscuridad.
Una mujer entro a la habitación y dijo:
- Este cuarto esta poseído por el demonio.
Sin embargo no tuve miedo, permanecí ahí, con el poder del altísimo.
Tercera tentación: muchas personas entraban y salían del cuarto, tratando de interrumpirme y por ultimo, una mujer bien sexy que entro para rezar junto conmigo, pero no era mas que mentiras, era para tratar de conquistarme con unas piernas muy hermosas y muy chulas, como si fuera una señorita, parecía joven, pero cuando vi su rostro era mayor, de algunos 30 y pico de edad. Puso sus piernas encima de las mías, la toque, aunque yo no dejaba de rezar. Ella me pregunto:
- ¿Por que no te consigues una mujer de tu edad?
No le conteste nada. Solo le dije que íbamos por el cuarto misterio del Rosario, ella se negó porque se sentía cansada según me respondió ella.
- Pues yo no, seguiré hacia adelante hasta terminar. Le conteste.
Hasta que la noche se volvió de día. Se han ido las tentaciones, todo fue gracias a mi Dios. |