Hoy ofrezco una nueva puerta para entrar al mundo.
¿Acaso no te apercibes que hay un fresco amanecer?
Tendremos un trato muy puro, nada convencional.
Las palabras destilarán una voz distinta, sin igual.
Cuando les permitamos penetrar devendrán mejores.
Para que eso suceda volveremos a lo primigénito.
En la casa que habitamos abriremos las ventanas
Para aprehender una vida rodeados de lo que hay
Y, como antes, saber gozar, sufrir y a estar con
aptitudes cuando nos sorprenda la despedida.
Una fachada de luz sobre el mural del arco iris.
Texto agregado el 29-08-2015, y leído por 131
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