VIAJEROS DEL TIEMPO

Siempre hemos estado aquí. Y no. Han sido viajes necesarios. Para salvarlos. Y para salvarnos.

Antes fuimos vistos como dioses. Ahora, quienes nos ven, nos consideran llegados de algún otro lugar en las estrellas.

Ya falta poco para el gran descubrimiento. Para que todo cambie en sus mentes. Y en la de nosotros.

A veces cometemos errores. Seguimos sin ser perfectos. Pero en cada viaje, tratamos de enmendar en lo posible lo que antes hemos hecho mal.

Lo de Jesús fue muy discutido allá en mi época. Algunos aún no han podido entender por qué fue tan necesario inseminar a la joven María. También critican el que hayamos permitido que su hijo –y el nuestro- sufriera tanto.

Pero sí. Fue necesario. Todo ha sido necesario. Tenía que ser así para que Jesús pudiera llegar a convertirse en lo que fue. Y en lo que aún sigue siendo para ellos.

Es 2015, y cada vez resulta más difícil escondernos. Cada vez están más cerca de saber que ellos somos nosotros. Que nosotros somos ellos. Que no hay nada más. Que sólo somos viajeros del tiempo.