El islero

Él es un viejo sabio.
Un mago que busca en el silencio que lleva el rumor de su río, y puede mirar entre el follaje, entre los sauces, entre el turbio andar de la corriente zaina, y encontrarnos las respuestas.
En su río pardo, que le nace a la selva.
Casi en secreto.

A la distancia que puso la geografía, entre su voz ruda cuando se pone a contar, y mis emociones.
Mis secretos.
Mi memoria.
La elimina el libre andar de mí río (acá en el Sur).
Y es como una luz que aparece en el agua, como un resplandor. Como un brillo que le nace al verano.
En mi río verde. Transparente.
Ahora lo descubro.
En mi río, que se escurre de la cordillera.
También en secreto.

Y está en su palabra, vertida, engarzada, la libertad que lleva el Parana cuando corre.

Y cuando mudo espera en cuclillas, que el río le cuente.
Siente que el sol llega una milésima de segundo antes a tocar el barro de las islas.

Y que el tiempo no es el mismo.
Que se puede escaparle a la muerte.


Para Máximo Chaparro Scetti

2004