Lo más lindo y mágico del lugar en donde vivo es el parque que puedo observar desde la ventana de mi cuarto, la diversión empieza al despuntar el día, tan pronto me despierto lo observo como si fuera la primera vez, sus árboles son mi horizonte, verdes y hermosos, temprano en la mañana me encuentro casi siempre con las mismas personas, allí he hecho muchos amigos, corremos hablamos y luego cada uno a sus labores diarias.
Pero aquel día sucedió algo diferente, no me sentía muy bien, mi visión era algo borrosa, no tenía fuerzas, decidí recostarme en el pasto, tenía la sensación de ser observada, mas no veía a nadie, extraño, siempre y a cualquier hora había mucha gente, así que me levante y empecé a correr , no sé porque miraba constantemente hacia atrás, sudaba sin saber porque, escuchaba voces que gritaban mi nombre, voces que retumbaban en mi cabeza, yo seguía corriendo como si no pudiera parar, casi al punto del desmayo mire al cielo, era un día encapotado y por momentos rojizo.
Las nubes se apartaron dándole paso al sol, me encontré en medio de una playa desierta, la belleza del paisaje era deslumbrante pero estaba sola y esto me llenaba de frustración, suplique al cielo volver a mi parque, pero en cambio de esto escuche un coro de niños cantando, no tengo palabras para describir el sonido subliminal que producían, quizá estoy muerta y son los ángeles.
Era un atardecer hermoso, me encontré con personas corriendo directamente a mí, que bueno, pensé, ya no estoy sola, pero no se detienen , pienso que van a tropezar conmigo pero inexplicablemente pasan confundiéndose con mi humanidad, lo cual no entiendo, me miran se sonríe y se iluminan con una luz amarilla que sale de todo su cuerpo , me invitan a volar, claro no sé que hacer, yo no se volar lo intento y no lo logro, se despiden y se pierden en el horizonte, la calle se mueve como si se doblara ante mis ojos y un fuego intenso empieza a consumir el paisaje, aquí creo que no existe el tiempo pues no sé si ha trascurrido un minuto un día un siglo , ni siquiera sé si existo o soy solo un pensamiento loco que deambula sin parar, muchos bomberos aparecen para apagar el fuego el agua sale por borbotones.
Es abrumador empieza una inundación les grito que es suficiente pero no me escuchan, aferrada a un árbol pude descansar, tengo hambre y sed, el cuerpo o el pensamiento ya no dan mas, creo que la locura pronto aparecerá, o quizá ya apareció? me siento triste, sola cansada, empiezo a caminar hacia una luz que aparece delante de mi, trato de llegar a ella pero entre mas camino mas se aleja, como si huyera entonces desisto, creo que empieza a amanecer.
El sol aparece siento su calor, pero de repente empieza a llover copiosamente –recuerdo lo que mi madre dice lloviendo y haciendo sol son las gracias del señor- , caen como piedras sin duda es granizo, pero un granizo inmenso extraño como todo en esta aventura que no busque, y como por arte de magia, y como si todo pasara al mismo tiempo, los arboles dejan ver sus flores de colores primaverales, y una paz increíble se percibe en el ambiente, cierro mis ojos, me siento tan liviana que creo aparecer y desaparecer intermitentemente.
Literalmente puedo ver mi cuerpo tirado en el parque, la gente se acerca gritando, corren de un lado a otro, un hombre viene hacia mí, poniendo sus manos en mi pecho y empieza a contar, de repente , como un golpe me encuentro nuevamente en mi cuerpo me siento adolorida pero feliz de regresar, muevo los brazos , todos emocionados aplauden, -gracias a Dios dice alguien- el hombre que a estas alturas me doy cuenta que es un paramédico da su diagnóstico – es un trastorno cardiaco - escucho la sirena y veo las luces de la ambulancia.
Que bueno regresar a mi parque y a mi casa que locura de paseo me he dado el día de hoy, vaya……. que locura.
|