Juan y John se encontraron frente a frente, hacia frio. No se conocían. Cada uno era el mejor en lo mismo: donde ponían el ojo…
Desde meses atrás ambos tienen el mismo sueño: tener su terreno, su propia tierra donde vivirá su hijo ya en camino.
Uno subía aquella áspera colina, el otro bajaba. Trescientos metros de distancia entre aquellas vidas y proyectos tan parecidos. De pronto ambos se perciben al mismo tiempo, ¡a trabajar!
Y claro, eran de lo mejor en lo suyo, donde ponían el ojo…
Hoy yacen allí, enterrados con sus sueños, en un terreno en disputa.
ggg
Texto agregado el 06-08-2015, y leído por 169
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