Llegas por segunda vez, conoces a alguien por segunda vez. Ese alguien se acostumbra a ti por segunda vez, quedan como amigos como si fuera la primera vez pero alga falla. Ella dijo que no necesitaría demostrar, ÉL necesita decirle que eso que están haciendo es tonto y no lleva a ningún sitio y necesita hacerle entender que muchas veces en la vida hay personas que no merecen ni pueden estar juntas, solo necesitan ver que están bien como están y que nada más deben hacer. Es decir, ella y Él si no son lo que dicen ser, ¿Qué cosa son? ¿Necesitan ser algo?

Te sales por segunda vez, dejas de conocer a alguien por segunda vez. Ese alguien nuevamente tiene que “desacostumbrarse” a ti, ya que no quedan como amigos y obviamente falla lo mismo que siempre falla, no saben hacer las cosas, dice la otra.

Entonces, Él le dice a la otra: ¿Qué debo hacer?, la otra responde: “Si vas a hacer algo, busca que te haga feliz”

Lo curioso es que Ella y Él hablaron con la otra, y les dijo lo mismo: Si saben lo mismo, ¿harán bien en no hacer lo que estaba mal?, pues no lo sabemos. Solo supimos que ella y Él iban a llegar y salir por tercera vez, a buscar una respuesta que de por sí la tenían ellos mismos pero que no eran capaces de darse cuenta.