Me gusta iluminar entre tinieblas extendiendo las esferas doradas de mis versos:
quiero llenarlos de palabras tiernas...
La aurora enmudece sobre la hierba
y yo:
me convierto en un velero
navego para encontrarlo...
En la distancia
escucho el canto de un ruiseñor.
La luz grande de la luna lo ilumina todo y su rostro me acompaña en la distancia.
Todo huele a resina de pinos y siento que poco a poco mi alma se encuentra con la suya.
Rumores secretos iluminan mi corazón y quiero correr esparciendo la espuma de las flores.
Estoy feliz mirando como la ortiga se viste de nácar y jugueteando me dice:
¡Buenos días has llegado!
Victoria
Texto agregado el 05-08-2015, y leído por 474
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Cómo me paseas por locaciones espirituales y mágicas, me encanta!!!!!!. nonon
23-08-2015
Tu fantasía sin fin es un bello adorno en los cuentos. za-lac-fay33
23-08-2015
Una belleza, hablar de ese olor tan bonito del pino. Uleiru
20-08-2015
Qué BELLEZA. Eres como la brisa que despierta los trigales. ¿Estrellas? Para qué si tienes un firmamento en tus letras. Un abrazo de corazón a corazón avefenixazul