No era más que un joven
De poca experiencia
que vivía insatisfecho
con él mismo pero aun más con el mundo.

Siempre busco algo que lo hiciera sentir bien,
pero no encontró más que basura maltrecha
de humanos desalmados.
Todo era decepción tras decepción.

Y así, decidido, tiro del gatillo.
La bala recorrió de afuera hacia adentro, su cabeza.
Dejando a su paso salpicaduras de sangre
Que pared y alfombra cubrieron.

Sus padres ignorantes no sospecharon nada
Hasta que un olor de mala muerte
A sus narices llegó.

Resulta ser que su hijo
Muerto yacía, en el piso de su habitación
Con pistola en mano y una nota
Que contenía una sola palabra:
“Adios”








Ps: Hago la aclaración que esto es un experimento y no tengo ningun tipo de depresión. Que nadie se preocupe.