Podía ser un barrilete
una pelota de trapo también
un autito de plástico con un fleje
sacado de los paquetes de la fábrica textil.
El balero era el más difícil
y el yo-yo el más lindo.
Había un día de " la fogarata"
cuando en la calle
cerca del cordón de la vereda
casi sin hablar, asábamos una papa.
El carnaval era para mojar y ser mojado.
Los deberes se mejoraban
copiando en la biblioteca de la Enciclopedia.
Subir la bandera patria era lo máximo.
Lllegaba el día de la madre y uno buscaba
las " no me olvides" que, puestas en una cartulina
hacían lagrimear a las madres.
Ah, no existía aún el día del padre.
Texto agregado el 23-07-2015, y leído por 173
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Que genial poema, creo que a todos los que vivimos esos tiempos nos hace suspirar de nostalgia todo este tropel de hermosos recuerdos. Felicitaciones Legnais