ESTA CALMA DE AROMOS...
Ay, hijo,
qué extraña está la calma.
Los aromos encendidos
lo anunciaron, lo dijeron.
El silencio matutino
lo escribía en el viento
mordiendo eterno mi cara.
Ay, hijo,
Es la ausencia
es la partida de una noche
negra, silente...
Qué miserable es el destierro, hijo...
Dejame, amor, tus pasos,
estréllame en tu ventana
que se rompa el silencio...
Ay , hijo, es el tren de las distancias...
La calle llora en mi alma
y el eco de tus besos
reclama las no madrugadas...
Ay, hijo,
qué extraña y fría es la mañana...
Septiembre 17
allí se rompe mi alma
será un saludo salobre...
Adornaré la distacia
con campanas al viento
y en tus manos guirnaldas...
Ay, hijo,
déjame este llanto
en cada mañana
en el asfalto,
en los tejados
en los árboles
y en tus brazos
para siempre
como hoy, en esta mañana...
Nota: Los versos son universales. pero hoy quiero que sean para ti, Daniel.
FATAMORGANA
Patricia Lara Arriagada
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