Fue un sábado de miradas lejanas,
acordes a medias, versos oxidándose,
un sábado entre deseos y cantos desafinados.
Me iré un tiempo cariño,
unos días,
lloraré las desgracias
reiré las alegrías.
Quisiera ser viento,
pasearme por tu rosto,
acariciar tu falo, tus muslos,
oler tu verdad.
Aparecer en tus sueños,
en tus días, bajo tus sabanas,
envolverme en tus sentidos.
Ser ese amor de sombras,
amor de madera,
con olor a primavera,
ese amor que llevas en las manos,
que miras a los ojos,
ese amor, que ya sabemos,
nos hará llorar...
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