Melancolía, no claves tu puñal a media noche. Desiste… desiste de envolver la nada con las hilachas del tiempo. Deja que despierten las horas y que ruja el reloj del desatino. Deja que la mañana me sorprenda bebiendo a sorbos tu vino de cicuta y miel.
Texto agregado el 20-07-2015, y leído por 203 visitantes. (5 votos)