Miro alrededor y hay tanta gente por aquí,
Algunos conocidos, pero a la vez extraños porque nunca me sentí tan solo,
Creí que mis sueños me darían fuerza, creí que tendría todo con mi voluntad,
Pero el tiempo se ha encargado de mostrarme la verdad.
Mis sueños, mis ilusiones,
Se alejan como el viento, se desvanece entre la niebla y se pierden con la noche,
Soy un libro abierto a tus preguntas,
Solo quiero conocerte, déjame soñar contigo,
¿Son acaso mis palabras tan absurdas?
No pongas precio a lo que pienso, no tiene valor,
He perdido tantas cosas, y por las malas aprendí a mirar,
Ver el lado oscuro de las cosas, aprender que no eres nadie si estas solo,
Que tu fuerza no es: cuanto tengas, ni tampoco cuanto creas valer.
¿A quienes conoces?
Mide tú mismo tu valor,
No sueñes solo, no aprendas como yo aprendí,
Mira más allá de lo que ves, o dime acaso si sabes quién eres,
No te ocultes ante nadie, el tiempo acaba con tus sueños,
Mírame a mí, quise llegar hasta lo más alto,
Compartir el ambiente con la noche y no saber nada de nadie,
¿Qué será de mi destino?, ni el más sabio lo sabría,
Ni siquiera sé si habrá un destino para mí.
¿Sobre qué tejes tus sueños?, ¿En qué basas tu esperanza?
Sí tu quieres dime loco, sé que algo has encontrado,
Porque eso es lo que quiero, dar algo que pensar, que decir,
¡Despierta ahora!, muéstrate limpio,
Explora tu universo valorando lo que sabes, luego…
Dime cuanto vales.
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