En el bar de las memorias perdidas, en lo hondo, una semilla del recuerdo nace.
Allí renace en primavera la hiedra: telaraña que nos une.
Pero más profundo, al fondo: allí conóceme.
Descubre poro a poro la piel de mi alma, la que palpa de corazón a corazón tu ser.
Escávame con tus palabras, redescubre la lengua que expresa en sentimiento mi alma.
Allí en el pozo sin fin, a donde va el querer y no regresa, se viste el alba, la semilla no del recuerdo que nace sino del que mata, en el mar del olvido, allí, también junto a ella, crece tu flor blanca.
Allí en los cimientos, núcleo y esencia de lo que soy, lo anterior al fin, el presente, allí no solo vive junto locura pasión, vive y revive todos los mitos de mi amor para ti, que solo tiene existencia cuando vos le corresponde, y que amor de amor me entregas en un doble paso que se baila siempre en promesas y te quiero.
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