Era el día perfecto
nada podía enturbiarlo,
el sol refulgía majestuoso en mi horizonte,
las flores revestían las calles con su aroma
y una sonrisa brotaba dentro de lo
más profundo de mi alma atormentada,
era el día perfecto,
mi día ...mi día perfecto.

¡Hermosa es la sensación de abrir los
ojos y comprobar que existe el amor
y la bondad en los corazones!,
¡Sublime es sentir en el pecho
un deseo ferviente de hacer de
este mundo un mundo mejor!...
pero apareciste tú
y ennegreciste lo poco
que quedaba de mi cielo,
por un segundo quise que murieras
como el puerco miserable que eres,
por un segundo quise que se abriera
la tierra y explotaran todos los volcanes
para que desaparecieras tú
para que desapareciera yo
para que desapareciera el sol, la luna y las estrellas
y todo vestigio de lo que alguna
vez hubo entre nosotros.