CONVERSACION ENTRE UNA MADRE Y SU HIJO

.- Mama, mama, a mi me gustaría ser como tú o como papa y no tan pequeño y poca cosa como soy
.- Hijo mío, eso no es posible tu eres como eres, todos somos diferentes pero no por ello menos importantes o valiosos, a cada uno nos ha correspondido una misión en la vida en función de nuestras posibilidades y características, lo importante es lo que somos capaces de conseguir todos juntos.
.- Si pero mi vida es poco interesante y muy aburrida, casi no tengo ningún aliciente, hago las cosas que debo hacer pero siempre las mismas, sin ilusión, sin aventuras, no tomo ninguna decisión importante como tú o como papa.
.- No digas eso, porque no es verdad, ya te he dicho que todos somos necesarios en la vida y al final se nos reconocerá por la capacidad que tengamos de desempeñar cada uno el trabajo que nos corresponde y por la obtención al final de un buen resultado gracias al esfuerzo de todos, esto es la esencia de esta familia.
.- Pero mama yo veo que a ti los demás te admiran o te temen, mucho más que a papa que aunque le respetan como es mucho mas cobardica y asustadizo que tu pasa casi siempre mas desapercibido aunque sea importante, sin embargo yo soy tan insignificante que muchas veces creo que los demás hasta se ríen de mi.
.- Nadie se ríe de ti y aunque yo tengo mucho poder en esta familia, también mucha responsabilidad y como habrás siempre visto muchos enemigos, pero no obstante ya sabes que mi principal tarea es siempre protegeros y defenderos hasta el final de cualquier ataque que pudieran hacernos.
.- Pero mama si al menos fuera como algunos de mis primos, que veo se divierten mucho más y que se mueven de un lado para otro y no como yo o mis hermanos, que somos unos aburridos tristones.
.- Hijo mío te vuelvo a insistir en que debes considerarte como un miembro de una familia tan importante como cualquier otro y que tenemos una misión que realizar que solo podemos lograrla con la suma del esfuerzo y del trabajo de cada uno, no hay superiores o inferiores, solo tareas diferentes y todos con la misma obligación de hacer todo lo posible para ayudar a tu padre pase lo que pase y como habrás visto tanto tu como tus hermanos los otros peones del tablero de ajedrez os quedáis solos muchas veces al final con él defendiéndole cuando yo la reina me he tenido que sacrificar para que vosotros viváis y ganéis la partida.
.- Bueno mama será así, pero yo me aburro mucho, si al menos fuera una torre.

Fernando Mateo
Julio 2015