Milagros y Esperanza fueron nombres
de aquellas ilusiones que eran gratas;
eternas controversias que los hombres
trataron cual si fueran insensatas.

Olvido y solo polvo nos dijeron
algunos que sería nuestra suerte;
mas otros indignados respondieron:
no existe ese final llamado muerte.

Rituales y costumbres contrapuestas
surgieron a lo largo de la historia
tratando de explicar infierno y cielo.

Son muchas las "auténticas" respuestas,
y tanta la "verdad" conciliatoria
que ya ni existe fe como consuelo.