Yo soñé muchas veces con esa mirada,
casi todos los días,
y no soy de esos que suelen retener miradas.
Yo quise muchas veces poder verme
en esa mirada.
Sus años, sus sueños fueron creciendo
en esa mirada,
y de ella estuve tristemente ausente.
Hay cosas que no recuperaré
de esa mirada,
cosas con nombres, con tiempos, con fechas,
historias de niña, de mujer.
Intensas, dulces y también algunas amargas,
lágrimas de risas y de llantos
lunas y soles que en algún momento se vieron
siendo vistos por esa mirada.
Recompensa el pasado, por tramos,
lo que ayer marchitó.
Como hoy, o como cada día en que puedo sentir,
aunque no ver,
como mira esa mirada.