La buena noche acaba por la cara.
Bella cara, bellas manos, pelo dorado, pechos firmes… quisiera registrar este momento en una cinta de video y tener un respaldo de los acontecimientos, nadie me asegura que esto es real. Tras intercambiar nuestras listas de interés y cinco ron colas, además de otros gestos motivantes, reuní valor para invitarla al departamento de Daniel. Ella, con su mirada tosca para el resto y fulgurante para mis ojos, me realizó el típico test de autentificación antes de tomar una decisión donde uno responde lo que las minas quieren oír y todo queda saldado. Pero Romina me sorprendió. Mientras salíamos del atestado bar, agarro un bate de béisbol y me golpeó con la sugerencia ¿Vamos a mí departamento mejor?... Viéndome ahora en el paraíso de sus sabanas y con ella durmiendo a mí lado semidesnuda, tranquila e inmóvil, razono y no me engaño: nose nada de su vida. Nada de eso que se conoce como el antes, ¿Por qué estaba en ese lugar ese día y no en otro?, ¿Por qué es tan hermosa y cautivante?, ¿Que hay detrás de ese cuerpo?, ¿Dónde esta eso que no podemos tocar, lo que Daniel, siempre con sus metáforas cibernéticas, llama el softw…?
Un sonido extraño interrumpe mí divagación. “Piensa en el momento y deja las conjeturas para el destino”, pareciera decirme una voz más madura que la mía. El silencio, mental y físico, se apodera de la habitación. Y me lanzo a analizar su alcoba, que ahora, en la génesis del amanecer, aparece trastocando la idea de personalidad que tenía de Romina.
Inciensos, pinturas de Dalí y recortes esparcidos en una pared como links en una pagina web, (me pregunto si presionando uno la pieza cambiaría…) la foto más grande es del escritor portugués José Saramago, autor de ”El Hombre Duplicado” y ferviente simpatizante de la revolución cubana. Capaz que la mina sea comunista… pienso, lamentándome que el sueño se termine sin darnos los teléfonos o los mails. ¿Aún no inventan un antivirus para esa plaga? Decía mí papá, justo ayer, en la cena. Se va a morir cuando se entere que él es ministro de Estado. Del estado dictatorial, dirá ella. En fin ya vendrán otras, supongo, pero tan linda…
-Te despertaste hace mucho…
-No, para nada. Eres de izquierda. Le pregunto, evitando cualquier atisbo que delate mi aire de definición. -Lo dijo por la foto de Saramago.
- ¡Qué cerrado!. Dice abriendo sus ojitos, que más que complacerme, se clavan en mi estupidez. –Actualízate, Saramago hace años que rompió con el régimen cubano y ha criticado bastante a Fidel. Mi padre es portugués y cuando estaba vivo me leía cuentos de Saramago.
-Disculpa, yo…
-No importa. ¿Qué hace tu papá?-. Comenta casi desinteresadamente, en el mismo instante que se levanta de la cama.
-Mi padre…Trabaja en Codelco, tú sabes, cobre. Le miento nerviosamente. Sirve para las líneas telefónicas y estas para ADSL que sirve para que la banda ancha sea más anchas, y también sé exporta…
-Para, sé que es el cobre. Además estudio Periodismo Digital y algo sé de computación. Concluye calmándome con sus palabras.
Miro hacia la ventana, el sol ya esta afuera. Si después de este numerito, causado por mis impulsos infantiles, logro chatear con ella me considero agradecido y pagado.
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