Cuando la lluvia es una falacia, una promesa sin cumplir, una humedad caída con linaje de hierro, un acercamiento cruelmente distante, se desmoronan los sentimientos que acariciaban la idea de una miel de chancaca y naranja y la monotonía se ensancha hacia el infinito de este somnoliento presagio, de cómo cuando encontremos las lluvias solo en archivos de biblioteca.
Haces tanto daño en tu excesiva ausencia como en tu exagerada presencia
¡Que destino el que tienes!
¿Qué hiciste en otra vida?
En otro universo
¿Quién lava tus culpas?
¿Quién ha reunido firmas en las estrellas para denunciarte?
¿Quién pagará tu fianza?
¿Será que extrañas tanto los sacrificios de antaño, en tu honor?
No somos los mismos de ayer
¡Deberías entenderlo!
Nosotros, nosotros, nosotros
Dis-culpa-nos.

jdp