Y… Desde que aferré al suelo mis raíces
y dí ramas, flores y frutos
esparci semillas por diferentes caminos
¡Y ya no pude más dormir tranquila!
Y… desde el día que del hospital a casa
te pusieron en mis manos (indefensas)
tuve que alimentarte y cambiarte la ropita blanca
¡Y ya no pude más dormir tranquila!
Y… estabas conmigo y nada malo podía pasarte.
Pero entonces fuiste rama, flor y fruto,
y te fuiste por el sendero de la vida, rápido, sin volverte
¡Y ya no pude más dormir tranquila!
Y… hoy es tu móvil hay diez llamadas perdidas…
Y me llamás ofuscado: “ ¿No te das cuenta que sos molesta?”
y… ahí cierro mis ojos e imagino que tus dulces palabras dicen:
¡ACÁ ESTOY , YA PODES DORMIR TRANQUILA!
Texto agregado el 09-07-2015, y leído por 358
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Lectores Opinan
22-10-2021
¿Qué no das por ella si le diste vida? Hermoso sentimiento. Saludos.
JerryMendez
14-11-2015
Tu poema es precioso, mucho... la última estrofa duele.
Te abrazo con cariño. gsap