LANZADA

"Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huidos del fuego
de la zafra."
(El guardiàn del hielo), Jose Watanabe.

Supongo que el mundo puede iniciarse con un helado Heladero, el gusto y el placer pueden tener como origen tu helado.
Así conoció Lucha su enamorado, él era un heladero muy simpático, era bajito, morocho, con treinta tatuajes sobre la piel y una sonrisa blanquísima. Que te importo a tí, el helado, te importo a tí él: esas manos, ese dominio en su hablar, ese garbo para contar historias del helado con crema. Así te enamoraste y como no te importa el que dirán, en eso eres muy valiente, le invitaste a bailar, que tú lo recogerías, que así fuera a la punta del cerro irías, te irías con tacos y minifalta, porque te gusta llamar la atención.

Entonces fuiste a su casa, lo encontraste, perfumado, atendido, presente, ausente, tímido.

Te invito a pasar, te presento a su humilde mamá, a su humilde abuelita y su perro Rosé. Qué nombre tan fuera de lo común dijiste, empezaron a conversar. Te dijo que se dedicaba a vender helados y que por las noches era camariero en un chifa. No mostraste espasmo, simplemente te provoco un chifa. Después salieron, dieron un paseíto y no sé porque le tomaste la mano, le diste un besito en la mano, y no sé porque le interrogaste la vida, la entera vida, le preguntaste si sentía calor, si quería otras cosas para sí mismo, si quería bailar, si quería un helado.
Él no dijo mucho, simplemente reía y te mostro el vigesimo noveno tatuaje que se hizo en Argentina, sí había viajado a Argentina y también a Chile, como mochilero.
Tenía conocimientos de las aves y también de las hierbas venenosas, sabía cocinar estupendamente, aunque no era bueno con el pescado. Pero besaba rico, eso sí lo comprobaste, justo cuando decidieron ir al Cine es vez de ir a bailar.
Así encontraste en su entrepierna un bultito tan igual a la de los otros, y dijiste !por qué no!, porque no osar como siempre, y le tocaste, y él se dejo.
Acabo la pelicula anticipadamente y decidiste llevarlo a un hotel, por qué no?!.

Llevaste preservativos, pildora del día siguiente, pensabas conocerlo demasiado, infinitamente.

Subieron con temor a ese hotel alto y antiguo, entonces, él tímido se fue al baño, porque sí hay hombres tímidos, pensaste...Y vino desnudo, con un miembro erecto, con una mirada desafiante, y tú vestida le dijiste ven.
Empezaron a conversar de ese viaje entre las montañas de Argentina y Chile, y de como conoció a una argentina con quién convivió por tres años. Fue amor, te dijo él.

Tú empezaste contigo misma, dijiste que eras una muy común y corriente, odiosa, envidiosa y alegre.

EL muchacho reía, reía, reía...y eso te gustaba, porque reír cubre la tristeza. Entonces, le diste otro besito , otro más y lo tocaste despacito, para que no volará, para que no sintierá miedo ni compasión, y le diste otro besito, ahí, allá, más allá, más acá y él, vino a tí, más cerquita, se puso un preservativo y dijo que compartir tristezas y amor, era positivo, era positivo, era positivo.
Se pusieron a amarse con tanta delicadeza, que el cuerpo fingió conocer el otro, y tu cuerpo mujer, se sintió albergado en una piel castaña.

Bajaron las escaleras, se fueron a celebrar con dos helados, y conversaron, conversaron, para conocerse y decirse, el primer te odio!!, porque no todo es amor querido. Para decirse, el primer te amo!!, porque siempre hay amor!!. Para decirse, te envidio!!, porque viajaste y yo no...Para decirse te acompaño, nos acompañamos...mañana nos vemos..nunca nos veremos..siempre nos veremos.

Se levantaron de la mesa, se acariciaron cada uno la parte del corazón , se tocarón por octava vez cada parte caliente del cuerpo y caminaron, pensando en lo que se descubre cada día.

Y se dijeron los dos que soñar cuesta poco, que inciar la jornada es fácil, que siempre es bueno levantar la alegría....

Entonces tú, que eres bien lanzada, le diste otro beso, le tocaste de nuevo y le dijiste: te quiero!.

giovanna