—No me he enfermado —dijo la novia.
—Me alegro que estés sana.
—No te hagas. Estoy embarazada. O te casas conmigo o me suicido.
Por las dudas, el preocupado muchacho decide irse a Estados Unidos de bracero, pero nobleza obliga, le dice:
—Te vas a suicidar, no sabes cómo te lo agradezco.
Texto agregado el 04-07-2015, y leído por 183
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Lectores Opinan
05-07-2015
Comparto los comentarios de Haraclitus y Krisna. Un abrazo, Terry amigo. SOFIAMA