Sumergido en un eterno sueño, lleno de incetidumbre y felicidad. Donde la oscuridad brilla y el sol no quema. Donde el canto de las sirenas emerge a travez del agua cristalina
Me sumergí en un mar de preguntas que no podían ser respondidas por personas que jamás habían nadado en él. Tenía que ir más lejos. Pero al mirar a los alrededores, me percaté de que el desierto dominaba la curiosidad de los hombres, y así estaban bien.
Todo el mundo sigue un camino, un hermoso sueño lleno de felicidad. Pero, me gustaría saber: Cómo es estar despierto. En eso, me doy cuenta de que si quería beber del vasto jugo de la sabiduría, tenía que exprimir mi cerrebro. Pues no tenía caso buscar agua en las rocas. Asi que divagué. Dejando semillas que posteriormente dieron frutos, dejándome beber de la sabidurúa, la cual fue amarga.
El sol quemaba, la oscuridad era eso, oscuridad. Y el canto de las sierenas no era más que una llamada a muerte.
En eso me di cuenta, de que estaba destinado a morir. Había despertado. Pero el estar despierto, todo parecía pesadilla, así que preferí dormir.
Entonces, la luna brillaba ante mis ojos, la oscuridad era opacada por un rayo plateado que iba de mi rostro hacia aquel cuerpo celeste, el mar tocaba mis pies con cada ola, tenía una sensación de alivio, y nuevamente era feliz. Escuchando el canto de las sieranas, que cada vez se acercaba más a mi. |