JUSTICIA DIVINA.
Al quedar paralizado,
Imaginen la sorpresa;
De los pies a la cabeza
Estaba todo mojado.
Se encontraba él acostado
Reposando en la cocina;
Pero antes,de una vecina,
El se había aprovechado.
Sin aviso y con enfado,
Fue la justicia divina.
Con grito desgarrador,
Un operario de planta,
Llama a su supervisor,
Con el miedo en la garganta.
Su compañero se espanta,
La sangre sin contener;
Luego,sin saber qué hacer
Con el brazo ensangrentado,
Del infeliz amputado,
Decide entonces correr.
El brazo,ahora inservible,
Jamás volverá a tener,
Ni hará la vida imposible
Golpeando a su mujer.
Se sube a su camioneta,
fresco y recién afeitado;
Deja atrás "La cantaleta"
Que ya lo tiene cansado.
Jamás nada le ha pasado
Por tomarse algún tequila,
Por eso no tiene empacho
En conducir bien borracho,
Pues el trago lo asimila.
Va a toda velocidad,
La camioneta patina,
Choca y él ya se encamina
Directo a la eternidad. |