Estas noches han sido alucinantes ya que entregada al semi sueño me recuerdo lo vivido de ese sábado donde quedamos de encontrarnos a las 15:30 horas.

Como siempre corrí para ser puntual y esperé, en una plaza, tu mensaje que me avisarías que ya estabas listo y que podía ir a ese local donde tu ahí trabajas en esto de la danza de manos.

Esa tarde estaba soleada como nunca, siendo ya invierno, la espera fue larguísima ya que de las 15:30 solo supe de ti a las 16:19 horas donde me dices por whatsUpp que te habías atrasado y que si podía esperarte 30 minutos más. Pensé irme, consideraba que te habías olvidado de nuestro encuentro, que me habías hecho correr en vano y registré una pena profunda como algo muy parecido al abandono….pero cómo podía estar sintiendo esto me preguntaba! Así pasan las cosas me repetía, si apenas lo conoces, tan solo unas 9 veces lo he visto, no podía confiar en su palabra, eso era cierto y entonces caminé de vuelta a casa, tenía poca batería en el celular para escribirte mi decisión, entonces pensé nuevamente esperar otros 30 minutos hasta que escribiste “estoy listo, ven”

Ahí estabas tan tierno como te recordaba, pero fui honesta, te comenté mi molestia por la larga espera, me dijiste ¨”sorry no me dí cuenta de la hora, los pacientes se atrasaron y eso fue”, pues después de eso nos dispusimos a realizar el acuerdo que hemos tenido “trueque”, me tendí exhausta en esa camilla por la difícil situación de la cual experimenté, “ese olvido” que trastocó mi mente y corazón.

Después ya no hablaste más, solo hiciste….qué tienen tus manos, tu calor, tu presencia que me dejó llevar sin pensar?

Me retiraste mi calzón y ahí me sacudí de emoción…

Nuevamente nos besamos pero también me penetraste una y otra vez, sin gemir, solo concentrado y con mucho sudor…Sin duda lo disfrutaba pero necesitaba alguna palabra tuya, sentir que estabas ahí no solo de cuerpo sino que también de alma y entonces te dije “por qué no me hablas?” y entonces dices “discúlpame por haberte hecho esperar tanto” y entonces todo se calmó, volví a sentirme encantada de tus movimientos, agilidad de joven, la búsqueda de la postura perfecta, yo estaba enloquecida de placer, me atrapabas, tocabas esos puntos que me hacías sobresaltar.

Ver tu cuerpo desnudo, explícitamente como tu miembro entraba por mi intimidad, por los lugares más apretados y más dilatados, esa humedad que permitía el roce perfecto, esos encuentros de cuerpos con olor a ti, a mí, encontrarme con tus labios, tus besos, besar tu cara, cuello, tocar tus brazos, manos, es algo difícil de describir.

Habían pasado 2 horas y medias, no nos detuvimos hasta cuando vimos la hora, debíamos retirarnos ya de ese lugar, entonces frente a frente conversamos, esos diálogos que no explican lo que está sucediendo con nosotros, más bien relatos de aventuras, intereses, entremedio nuestros labios se buscaban, te abrazaba, momento a momento me parecías un hombre perfecto y a la vez sabiendo que esto era para ti ( Es una interpretación muy personal), una situación más de muchas que vives y que eso hacía de esto un error de danza, ya que no significaba nada más que una atracción sin apellidos.

Cuando me despedí casi corrí de ese lugar, mis pies los sentía elevados del piso, mi corazón bombeaba fuerte, mi rostro era distinto, entré al metro, la gente me observaba, pensé por qué lo hacían, saqué mi espejo y me observé….eran mis pupilas dilatadas, mi pelo ensortijado y desordenado que delataban que venía de algo que me hizo remecer, me llevaba parte de tus fluidos eyaculadores, tu aroma, tu recuerdo.

Ahora sé lo que es una adicción, algo que sabes que no es necesariamente bueno pero que aún así lo necesitas, declaro que quisiera más y más de ese encuentro tan fogoso, de múltiples orgasmos, de tus manos echas fuego en mi cuerpo, de tu presencia misteriosa, de lo exquisito que eres, de esas cosas de la vida que hicieron que te conociera.

Estás en mí, en las noches siguientes me tocó, imagino, alucino con volver a verte, sin embargo, mi sabiduría me ayuda a buscarte en sueños, a dibujarte y con tan solo eso poder seguir avanzando por esta vida con alegría, que sin duda trae grandes sorpresas mágicas y coloridas.

Tu danza de manos definitivamente es la mejor y tus gemidos después de tu silencio eran verdaderos bálsamos a mi punto G.