Pepe ama a Raúl pero éste, pese a que se da cuenta de esto, lo disimula, puesto que él está enamorado perdidamente de Ariadna quien está encandilada con Rebeca la que, a su vez se muere por Mónica, quien ya desfallece de amor por Ramiro, el que está a punto de confesarle su amor a la estatuaria Lucía, que está loca de pasión por Ana, la que no puede menos que llorar ante la indiferencia de Antonio, el sensible artista, quien sólo vive para sus obras. Como es imposible que Ana conquiste al sublimado personaje, se da media vuelta para corresponder el amor que le implora Lucía, pero esta ya se ha volteado para suspirar al oído de Ramiro, quien reconoce que Mónica es una excelente chica, pero ella, haciendo tripas corazón, se entrega a Rebeca, mas, es tarde porque la muchacha trata de corresponder al apasionado corazón de Ariadna, quien se ha dado cuenta que Raúl la venera y trata de abordarlo, pero el joven se ha acercado a Pepe, quien haciendo un respingo, le ha dado las espaldas y se ha hecho sacerdote. Entonces Raúl, a su vez, se da media vuelta y…
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