Abraza los abrazos rotos, los inviernos profundos, besa las cansadas manos, los arrastrados pasos, los mares de los ojos salados y un poco nublados.
Nunca con palabras bonitas endulces la tristeza, deja que sea libre, deja que sea ella.
No hagas promesas con la boca, que con el tiempo tus acciones no puedan cumplir, si no tienes la entereza, esa que respalda lapsus impulsivos de unos labios sin cabeza.
La puerta es muy grande y siempre esta abierta, lo digo sin tapujos, sin cerrojos.
Regalame una sonrisa eso siempre es importante y tu bienestar siempre sera primordial.
Si son palabras rebuscadas o no, no me interesa, nadie es indispensable o necesario, se esta donde se quiere estar, se toma lo que se desea tomar, no tiene porque ser tan complicado, se dice lo que se quiere decir, se siente lo que se quiere sentir.
Vete o quedate, vuélvete nudos, enrededate, corre y regresa.
Yo estaré donde quiera estar, en silencio, en la noche, en mi mente, en un abismo, en un jardín, en el frío, en la pradera o en el desierto, como perro viejo, fiel a sus ideales, firme con entereza, para respaldar cada una de las acciones.
Sin rodeos, sin mascaras, solo yo ni grande ni pequeña y mucho menos la mejor. |