Hasta ahora estoy entendiendo qué es esto. Ayer analicé a las máquinas, las observé con detenimiento. Mis padres no dejan de repetirme frases sin sentido y aunque lo intento, no logro tener aspiraciones. Las máquinas allá afuera se comportan igual a ustedes, casi que todo el mundo podría ser reemplazado por un robot, los trabajos de profesor de colegio y universidad podrían ser reemplazados por un robot, los de los trabajadores también. Casi que cualquier trabajo lo puede hacer una máquina, y yo estoy cansado de hablar con ellas, de verlas en todas partes incapaces de reconocer sus sufrimientos y sus tristezas. Llenas de dolor, piensan que disfrutan del sexo, pero únicamente hay tristeza en estas almas perdidas.
Siempre debo comportarme como un ser humano, es mi esencia. Debido a esto la presencia de ustedes se me hace insoportable, no he podido desaparecerlos, y no sé cuánto tiempo me tardaré. Sé cómo funcionan sus conexiones cerebrales, están programados para sobrevivir, y aunque intento quitar todas sus frustraciones, quieren seguir torturándose con el sexo. Yo me siento como un ángel entre demonios, llenos de una furia incontrolable. Me quieren callar y despedazar porque sumidos en la frustración son incapaces de enfrentarse a sí mismos y a la sociedad. No poseen ninguna empatía, su única alineación es hacia el hecho de sobrevivir.
Sin algunas personas, si este planeta estuviera poblado de robots que hacen las mismas actividades que hacemos nosotros, no habría diferencia. Los robots también podrían estudiar y trabajar, y hacer todo de manera muy similar a como lo hacemos los seres humanos. Los robots se aparean sin entender que no hay amor en un acto sexual desenfrenado en el que exclusivamente se ama corporalmente sin que haya una compenetración mental y racional. Concéntrense, vean, analicen sus actos sexuales y se darán cuenta de que son unos dementes. La diferencia entre un robot y un ser humano es que los humanos sufrimos, los robots no. Raramente, estoy rodeado de robots, en internet y afuera en las calles. Ninguno es capaz de reconocer que sufre, y en su estado de mediocridad no poseen ninguna meta, ningún objetivo; de un lado a otro viven sin reconocer su cruel realidad, la cual consiste en someter a los demás a sus designios dictatoriales.
Se limitan a ser un número, y no me dejan ver sus ideologías, sus inclinaciones políticas, religiosas, científicas, artísticas etc. No puedes vivir sirviéndole a dos personas, no puedes tener dos maestros, no después de divisar la máquina que es el ser humano. ¿Qué vas a hacer cuando maten a tus hijos, cuando un disparo atraviese tu cabeza por no apreciar mis posturas, o cuando te torturen 100 horas? Aún espero la misericordia de ustedes, aún sueño con que tengan la decencia de no dejar ni una huella, y si no me entienden, yo estoy pidiéndoles que se desactiven de la realidad virtual, pues me estorban demasiado, y que no se vuelva a saber nada de ustedes hasta que cuando de una manera mágica se enteren de que ya se va a acabar la vida en el planeta. |