Simpre recoge un poco sus mangas y moja las cerdas de su cepillo antes de empezar, toma una leve bocanada de aire, cierra la llave y agarra la pasta de dientes usando toda su mano, deposita un poco en su cepillo, pero esta nunca toca el inicio ni llega hasta el final, es como, una gota cargada al centro, suele volver a mojar un poco la herramienta, y la lleva a la boca mientras mira el espejo. Lava primero las muelas, y luego va al frente repite un par de veces, y escupe solo algo de espuma, vuelve de nuevo a los molares, pasa al frente, y toma siempre tres tragos de agua, los cuales revuelve violentamente dentro de sí, y los lanza contra la cerámica del lavatorio, todo esto, mientras el agua sigue corriendo, procede luego a mojar el cepillo, arquea su espalda un poco más y limpia su lengua, de adentro hacia afuera. Termina de limpiar las cerdas, y devuelve todo a su sitio, toma un último trago de agua para escupirlo mientras cierra la llave, acomoda su camisa, lava su cara, y apaga la lúz. Solo le ví hacerlo una vez, pero estoy segura que lo hace siempre así o al menos, así le imagino cada mañana, al despertar. |