Orilla la noche la soledad el sol.
Las piedras hablan de ausencias
y la niebla es aliento de hada.
Un aroma de néctar envejece,
nublando lo que queda de visión.
El camino trae recuerdos,
aun se oyen voces en el viejo cine.
Se oscurecen los reflejos interiores.
Volver, ya no es lo mismo,
siempre habita algún nadie
donde se guarecen los sentimientos.
En amargo desahogo cae en evocación,
¿Qué fue de ti? El tiempo solo es silencio.
Texto agregado el 23-06-2015, y leído por 176
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