Tengo muchos vicios,
He hecho alarde de ellos desde hace tiempo;
El cigarrillo por ejemplo
Fumar relaja mis sentidos,
Libera mi alma de cadenas de la monotonía.

Estos últimos meses descubrí uno nuevo,
Eleva mi mente, sulfura mis pensamientos,
Me conecta a dimensiones desconocidas.

Sin intención me he vuelto adicta,
Mi corazón se acelera,
Bombea mi sangre tan rápido
Casi reventando mis venas.

No podría dejarlo, ¡no!
Sería equivalente
A impedir a un colibrí alimentarse
Del néctar más dulce.

No podría dejarlo ¡De ninguna manera!
Podría ser quizá
El castigo más abominable
Que un verdugo podría brindar.

Yo no me atrevería a dejar de besarle
¡Jamás!
Son sus labios que transportan
A galaxias sin descubrir.

Me gustan mis vicios,
Me dopan noche tras noche
Y me invitan de nuevo a viajar,
Son tan dulces.

Esa mirada de cielo en atardecer,
Me hace sentir los colores,
Ver el sonido,
Puedo acariciar la sombra
De mis recuerdos más lúcidos.

Yo no podría dejar esos vicios,
Que me regalan tanta dicha,
Que me mantienen volando
Con tanta libertad.

Sólo besando sus labios
Y al atisbar sus ojos lozanos
Me siento viva.
Yo no dejaría de quererle jamás.