¡Ay! Corazón viajero, tu soledad es perdición, has de llorar tu soledad vacía si se te muere la flor de la imaginación.
César Brañas



Y constantemente te querré…
abrazando o no tu ámbito,
acariciando tus huellas,
intentando vislumbrarte entre las sombras.
Es inquieta la idea,
incomprensible el proceder…
pero el eje de la mente no armoniza,
ya ni intenta razonar lo indescifrable.
Sólo se atreve el alma
arrullar a tu regazo,
pedir perdón al espacio,
a las ganas, al deseo
y recibir como canje
los simples ecos…
Endeble la ardiente necesidad,
pero la soledad apremia…
¡y está sola!
nadie ni nada evita su andar.
Es dueña y señora mía,
es toda malicia y bondad,
y ya sé de sus maniobras…
pero entonces se escondía
por un rato a descansar,
ahora estamos agotadas
y sin ganas de cejar.
Siempre te querré…
en el centro imaginario
que me otorga la manía,
aquí estás…