Anónimo XIX Cada mujer es una gota de lluvia, benditas tormentas que rompen en llanto las nubes que bailan con suma alegría. Los mares que lloran crujiendo en lo alto, su pena decanta con triste agonía, mas bella es la lluvia que moja despacio.
Texto agregado el 17-06-2015, y leído por 123 visitantes. (1 voto)