¿Qué quieres que yo piense
si atraviesas cual gacela mostrándome tu artillería?,
la estrategia no es mala
conoces bien mis puntos flacos y mi estupidez,
sabes que soy sólo un hombre
y seguramente caeré
hasta llegar al fondo del abismo.

¿Qué es lo que quieres que piense
si es evidente que en este estado no puedo pensar?,
me sorprende que sea capaz de respirar y caminar
al mismo tiempo,
estoy temblando
,pero no mostraré debilidad alguna,
te trataré con una estudiada indiferencia.

Mi fuerza de voluntad es más poderosa que un fusil,
puedo soportar el hambre, el frío e incluso el sueño...
no le temo a tus ojos cuando se reflejan en los míos,
no le temo a tu voz cuando susurra mi nombre en perfecta armonía
ni siquiera a tu cabello que ondea como en un comercial de Tresemmé
cada vez que traspasas la realidad...
a lo más me ponen nervioso ese par de piernas...
¡es injusto! ¡dos contra uno no vale!.