La moribunda y última palabra de un moribundo.
Luis Fonseca, un hombre de poco más de noventa años, decidió ese día visitar una sucursal del banco donde tenía depositado todos sus ahorros. Estuvo en la fila designada para personas de edad avanzada, detrás de ocho personas más. Finalmente le toco su turno. La cajera, con una sonrisa dibujada en su rostro, le preguntó:
-Good morning. In that i can help you?
-Buenos días a usted también. Vengo a retirar todo mi dinero.- le contestó el señor Fonseca.
La cajera se asustó. Ni siquiera cogió la hoja de retiro de cuentas de ahorros que el hombre trató de darle.
-Sir, are you fine?
-Nunca me he sentido mejor.-le contestó sonriendo.
La cajera enseguida hizo buscar al gerente de la sucursal, quien no tardó en aparecer. Este último, puesto al tanto por su subalterna, le preguntó al cliente en que podía ayudarle. Tras la contestación del hombre, se preocupó. Enseguida hizo llamar al 911.Otra clienta se percató de que el señor era nada más y nada menos que el abuelo de una vecina suya , por lo que enseguida se puso en contacto con ella vía telefónica y le contó lo que estaba sucediendo.
Pronto llegó un policía y personal de emergencias médicas. El hombre siguió abriendo su boca. El policía afirmaba que era una crisis nerviosa y que por eso no se le entendía. En contra de su voluntad, un paramédico trataba de medirle la presión sanguínea.
-No doubt, high blood pressure.-indicó el paramédico.
-Solo he venido aquí a retirar mi dinero.-les grito el señor.-
-Oh my God, he is confused; still making strange sounds. Take him to a hospital.-dijo muy preocupado el gerente.
Todos los allí presentes, incluyendo a otros clientes, se preguntaban que le podría estar sucediendo a aquel hombre. Poco después llegó una joven mujer, algo alterada, llegó a ver a quien estaba tirado en el suelo quien recién se estaba sujetando el brazo izquierdo. El la notó, ella le dijo, consternada:
-Grandpa.
-Mi nieta, ayúdame.
-Excuse me, do you know what is going on. He is babbling.
He is not babbling. He is speaking Spanish.-contestó la nieta.
-Spanish?-preguntó el policía.
Oh! The dead language of the ancient natives.-contestó la cajera.
Era el año 2125.Desde mediados del siglo xx, aunque era el idioma principal y más hablado de la isla, ya estaba desprestigiado desde entonces. Si una persona sabía español, pero no sabía inglés, se le tildaba de analfabeta; lo mismo no ocurría a la inversa. Un hecho histórico ocurrido en el año 2,020 estaba más estrechamente relacionado con lo que le ocurría al señor Fonseca. El status político de Puerto Rico cambió: de ser una colonia, se convirtió en el estado # 51 de los Estados Unidos de Norte América. Ese cambio llegó de la manera más inesperada.
La crisis económica que había estado golpeando a la isla, llegó a su punto máximo en el 2019. 150,000 puertorriqueños (según datos históricos conservadores) habían estado abandonando la isla, dirigiéndose hacia cualquier otro de los 50 estados, cada año. La ciudadanía estadounidense les facilitaba el proceso. Quedaban en la isla poco más de dos millones de residentes, en su mayoría personas de edad avanzada. Económicamente Puerto Rico era una carga para el gobierno de Washington D.C. Aunque el pueblo puertorriqueño votó, meses antes en un referéndum auspiciado por la presidenta pero no avalado por el congreso, a favor de la incorporación como el estado 51. 90 % a favor versus 2% a favor de la independencia, y 8% de papeletas dejadas en blanco. En respuesta el congreso, compuesto en su mayoría por republicanos del “tea party” ,votaron a favor de una resolución, de manera súbita pero no sorpresiva, que les concedía la independencia a Puerto Rico.
Al otro día, presionada por negociaciones de otras medidas consideradas mas importantes que el asunto de Puerto Rico, la presidenta firmó la medida .Se formó el caos en la isla, sobretodo en el aeropuerto principal .Miles de personas, muchas de ellas ni tan siquiera llevaban maletas. No había vuelos suficientes para tantas personas. Los días subsiguientes fueron aún más terribles. El gobierno federal después del último de tantos incidentes: una muchedumbre se metió en la pista, un avión se desvió tratando de esquivarlos, y se estrelló contra un avión militar de carga que recién había aterrizado. Todos los pasajeros y tripulantes de ambos aviones perecieron.
Hubo saqueo en toda la isla. La ley marcial fue declarada, la guardia nacional tomó el control .Pero nada detenía el ímpetu de los residentes en la isla de abandonarla. Aunque los puertos marítimos estaban cerrados y custodiados por el ejercito. Pronto muchos se las ingeniaron y empezaron a salir del país en lo que fuera: botes, yolas, balsas, gomas, troncos, puertas de madera entre otras cosas. Muchos morían cada día en la travesía, otros muchos alcanzaban el sueño tras llegar a las costas de Florida, Georgia, Alabama o Misisipi, principalmente (hubo unos cuantos que alcanzaron la costa de Maine).Otros eran interceptados por la guardia costanera y llevados de vuelta a la isla. La prensa estadounidense trató de hacerse de la vista larga, pero tras la presión de las redes sociales, y de la prensa internacional so pena de perder aún más credibilidad, se unió; empezó también a reportar el problema como asunto primordial .No se trataba de extranjeros tratando de llegar de manera ilegal a los Estados Unidos, se trataba de ciudadanos americanos tratando de moverse de un territorio a otro. Aunque habían declarado a Puerto Rico como republica independiente, no podían quitarle la ciudadanía americana a los nacidos en la isla. De ahí en adelante en teoría, no heredarían sus hijos la ciudadanía, pero de seguro podían reclamarla como lo hacían hijos de ciudadanos americanos que nacían en otros países del Mundo. En fin, sendo dilema tenía el gobierno de Washington D.C. El líder de la mayoría en el congreso, un hombre muy conservador, tuvo un exabrupto en una entrevista en vivo conducida por un noticiero
-Fucking Jones law.
Se refirió a la ley que le concedió la ciudadanía a los puertorriqueños en el año 1917, el mismo año en el cual Estados Unidos entró a la primera guerra mundial, lo cual permitió que muchos puertorriqueños participaran en aquella guerra. Asediados por el vuelco a nivel mundial sobre aquel acontecimiento los congresistas y la presidenta (aconsejada por un brillante asesor) dieron paso a una nueva medida que permitía de forma inmediata, sin tan siquiera pasar por el intermedio paso de territorio incorporado, que Puerto rico se convirtiera en el estado # 51 de la unión. Ese hecho calmó el frenesí de abandonar la isla de forma abrupta, sin embargo, la desconfianza hacia Washington D.C. más la crisis económica continuó durante años , hizo que se probara la teoría del brillante asesor de la presidenta. Establecía que la situación económica, aún con las correspondientes transferencias de dinero por ser estado, no aliviarían a corto plazo el problema fiscal y / o económico de la isla. Que era mejor que los “spik” fueran abandonando, gradualmente, la isla y estableciéndose en los otros estados antes que dar paso a un costoso rescate financiero. Absolverlos en otros estados 50 estados era más barato, al menos a corto y mediano plazo. 200 mil puertorriqueños, aproximadamente, fueron abandonando el entonces Estado de Puerto Rico vía aérea. El papá de Luis Fonseca tenía cinco años cuando llegó la estadidad. Cuando lo matricularon en kindergarten, fue la vez que impusieron que todas las materias se impartirían en inglés. Se trajeron maestros de otros estados , el único requisito adicional era que no supieran hablar español. Querían evitar que los maestros estuvieran tentados a hablar en la lengua de Cervantes con los estudiantes. A los maestros que todavía quedaban en Puerto Rico tras el ya mencionado éxodo, se les ofreció ( y en efecto cumplieron) reacomodo en los otros 50 estados. Se obligó mediante ley federal a aceptar y / convalidar sus certificaciones de maestro sin requerimientos adicionales; y hasta les dieron, máximo de hasta dos años sabáticos con paga, para asistir a escuelas de inmersión en la lengua de Shakespeare. Los pocos maestros que se resistieron y decidieron quedarse (y que fueron despedidos) se unieron a la huelga decretada y compuesta por diversos grupos pero liderada por personas ligadas al movimiento independentista de la isla. Tal huelga fue brutalmente suprimida. A los líderes les aplicaron las disposiciones adoptadas por el gobierno federal post 2001.Se les tildó de terroristas y se les encarceló en Guantánamo, Cuba, de manera indefinida, sin derecho a visitas ni a juicios.
Cuando el papá de Luis Fonseca lo crió, le enseñó español en el hogar, a pesar de que no sabía leerlo ni escribirlo, contrario al inglés. Igual le sucedía a su mamá; pero ella mayormente le hablaba en inglés por que se le hacía más fácil. Cuando Luis asistió a la escuela, contrario a su papá , no tenía con quien practicar el español. Ocho años antes, el congreso aprobó un paquete de medidas para repoblar a Puerto Rico, entre ellas el plan 9: había tantas y tantas viviendas y locales comerciales abandonados , que el gobierno acordó permitir vivirlas y utilizarlas sin tener que pagar renta por ello, por un periodo garantizado de al menos diez años con eventual derecho a compra. Pronto comenzaron a llegar personas y empresarios de todos los otros 50 estados. En su inmensa mayoría angloparlantes: afroamericanos, blancos, hispanos (entre ellos puertorriqueños de segunda generación en adelante, quienes apenas “masticaban” el español) y otros. Los puertorriqueños de primera generación no respondieron al llamado de volver a su tierra. Estaban estables allá, con nostalgia, aunque el miedo y el trauma que pasaron pudo más.
Poco a poco, el Estado de Puerto Rico se recuperó. Un sólido turismo, para empezar, creció .Total, una hermosa isla con hermosas playas, verano todo el año y con turistas que escapaban mayormente de la pequeña era glacial que azotaba mayormente a los estados del noroeste. Los incentivos fueron aprovechados cabalmente. Esa prosperidad económica se propagó en otras áreas o industrias.
Pero Luis Fonseca seguía allí sin que nadie lo entendiera. Hablaba un inglés perfecto. El español, debido a su orgullo, aún lo hablaba bastante aceptable. No podía practicarlo con personas de otros países hispanoparlantes, por que la internet fue suprimida y / o vedada, muchos años atrás y sustituida por la intranet. El acceso al viejo sistema de internet estaba reservado para funcionarios del gobierno del área de seguridad nacional. Vedado para asuntos sociales y académicos. Comerciantes, vía autorización, se les permitía el acceso pero estaban sujetos a la vigilancia electrónica obligatoria. A veces el señor Fonseca practicaba su español con su esposa(quien murió doce años atrás) mayormente en la intimidad de su alcoba. Muy pocas le hablaron en español a sus hijos, él un poco más que ella ,pues lo hablaba mejor,. A sus hijos nunca le hablaron en español. La única nieta que ellos solían cuidar, cuando salía de la escuela en lo que llegaban sus padres, solía pegar el oído a la puerta de la alcoba de sus abuelos .Cuando ellos querían discutir, se encerraban y lo hacían en español para que ni su nieta ni sus vecinos entendiesen el contenido de las disputas. Aunque su nieta no hablaba ni entendí español, reconocía el idioma. Por eso no dudo en afirmar que lo que le pasaba a su abuelo era que estaba hablando en español. Nunca supo por que él decidió ese día hablar única y exclusivamente en español, a pesar de que nadie lo podía entender. Se desplomó allí mismo, en el banco, poco antes de las 10 a.m. Antes de exhalar por última vez, dejó escapar, casi gritando, su última palabra, la última que se dijo en español en aquella isla, nunca jamás:
-Puñeta.
Att.J.C. Vega |