Dime porque estamos aquí,
en este lugar de guerra y dolor.
Les hablo a los niños que ya no pueden continuar siendo niños.
Como si rompieran la oscuridad del mundo, desean cantar,
pero sus gargantas llenas de polvo no emiten ni un solo sonido.
¡Vamos!, ojos cargados de esperanza;
con las manos llenas de los deseos de los que no pudieron continuar.
Avancemos a un mañana donde se pueda dormir 8 horas seguidas.
Les hablo a ustedes los niños de las escopetas:
¿acaso no todos somos humanos?, ¿acaso no todos hemos sido hijos?.
Estoy intentando mantenerme firme en el mundo que está gritando,
aún cuando no puedo cantar ninguna canción,
queremos la canción que hable sobre el amor.
No podemos seguir esperando,
cada segundo se lleva el aliento de alguien.
Dime porque seguimos aquí.
Yo busco el ritmo correcto,
para acabar con el sistema incorrecto.
Esta es una lucha contra el error repetido millones de veces,
escucha la melodía que no puede ser silenciada,
ha sido cantada por innumerables locos.
¿Cuánto tiempo tendremos que soportar la tristeza del mundo?
Los sueños que se deslizan llenos de rabia por la punta de nuestros dedos,
ruego que no se vuelvan armas
ruego que los humanos dejen de utilizarlos como escudo y sean escaleras.
Aún cuando salvemos el mundo
no desaparecerán,
los que se fueron en medio de la lucha
y se les fue robada la vida.
Pero es por ellos que debemos continuar.