Ya no queda ni la sombra
De aquella que fuiste ayer;
Frunzo el ceño sin querer
Cuando alguien a ti te nombra,
No entiendo por qué te asombra,
Si el amor que a ti te tuve
Que te elevó hasta las nubes
y te adoré en un altar,
Nunca te pudo llenar,
Pues yo apenas te entretuve.
Texto agregado el 06-06-2015, y leído por 327
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Lectores Opinan
06-06-2015
Si hermano . Asi pasa con las bellas. Cinco aullidos yar