No tener hijos
Este sábado recién pasado fue el cumpleaños de mi abuelo, cumplió 92 años y aunque ya no puede caminar, el síndrome confusional agudo que padece ha rejuvenecido su carácter, quizás demasiado, puesto que no ha reconocido a sus hijos, cambió los nombres de todo el mundo y sin embargo ha tenido tiempo de darme un sermón sobre la importancia de que pronto tenga hijos, o como en sus propias palabras fue "al menos que un santo no me deje morir sola" con todo aquello de que las parejas se van y los hijos son lo único que después nos queda, pero para ser sincera a mi no me hace lógica.
Con mi abuelo solo crucé breves palabras, casi todo fue un monólogo de su parte pero fue suficiente para que mi abuela y mi madre hicieron tribuna aleonada y se sentaron a incluir a otras madres al juicio público, un poco acostumbrada a ello lo hubiese dejado pasar pero pensaba en los efectos que causa la presión social.
Escuché con atención cada uno de los argumentos "que los hijos son la herencia" "que los hijos son la felicidad" "que los hijos son el orgullo de una mujer" y quizás más, mientras hablaban desde su propia esfera de la maternidad y defendían a los frutos de sus entrañas.
Me disculparán las que son madres, pero creo que la maternidad es la forma más fácil y obvia de definir y justificar su propia feminidad. Tener vagina no es parte de la identidad femenina perse, hay que usarla.
Observo con perplejidad a algunas mujeres, que para no perder su feminidad luego de que los hijos han crecido, deciden aferrarse a los nietos o simplemente no dejan a los hijos seguir su propio camino para no perder su identidad como mujer, algunas incluso "adoptan" en actitud maternal a las nueras o yernos y las más creativas adquieren mascotas. He conocido realmente a muy pocas, muy pocas, que luego de haber criado y educado sus hijos se han detenido a explorar su feminidad fuera de los parámetros socialmente establecidos.
Sinceramente no quiero tener hijos, porque creo que además de tener vagina hay que tener instinto materno y este último no me lo repartieron.
Me gusta mi independencia, mis cosas ordenadas, mi espacio personal, mi rutina y no creo poder cambiar dormir de corrido por las noches y levantarme tarde los fines de semana por dedicarme exclusivamente a un ser humano al que podría afectar irreparablemente mi forma de ser.
Yo soy de las mujeres que pagan su departamento, que no tienen mascotas, que piensan en comprar un automóvil a finales de año, que tienen una buena profesión y un buen trabajo, creo en el amor y el romance, simplemente no quiero tener hijos.
Me gustan los niños, pero cuando sé que vendrán sus madres para llevarlos luego de unas horas. Creo que son unas criaturas adorables, mas que las mascotas simplemente no siento deseos de tener uno.
Yo no le pido matrimonio a un hombre con un test de embarazo positivo y espero que los hombres de mi edad no salgan a citas con doble preservativo puesto porque crean que tengo el vestido de novia escondido en el bolso, cuando respondí eso en la reunión familiar un par de madres se retiraron molestas y ofendidas. Creo que ahora para mi madre y mi abuela soy una mujer fría y sin corazón.
No quiero tener hijos, no necesito argumentos.