El niño miraba fotografías que su madre guardaba en el cajón del armario y encontró una que llamó su atención. En la foto veía a unas personas que no reconocía. Pensó que eran sus bisabuelos o tal vez tíos de antes. No podía preguntarle a nadie porque estaba solo en casa.
Dos personas de avanzada edad, un hombre y una mujer en el centro de la foto, un paisaje tropical, rodeados de árboles y una playa ahí nomás. Mas miraba la foto y más se compenetraba como hipnotizado sintiendo algo extraño por esas personas que no sabía quiénes eran pero debían ser parientes porque sus padres la conservaban.
Como era el cajón donde su madre guardaba recuerdos pensó que eran parientes de ella y cuanto más la miraba más atraído se sentía. Un raro fenómeno ocurrió transcurridos tres minutos de no parar de mirarla fijamente. La foto siguió siendo en blanco y negro, en cambio, las personas se transformaron a color, sólo brevemente, por unos segundos y volvieron al blanco y negro y luego toda la foto se transformó a color por un minuto.
El niño se frotó los ojos, no podía creer lo que veía. Siguió mirando fijamente la foto y ocurrió otra cosa extraña. Los abuelos de la foto rejuvenecieron y se veían jóvenes y llenos de vida en el apogeo de su juventud. El niño volvió a frotarse los ojos y los ancianos seguían viéndose jóvenes. Un momento adelante volvieron a convertirse en viejos y la foto seguía en blanco y negro.
La foto debía ser antigua, quizá muy antigua. No podía reconocer el lugar exactamente y se imaginó que estaban de vacaciones, más que nada por la vestimenta de playa que llevaban y el agua detrás. Sus ojos no se apartaban ni por un momento de la foto, la miraba hipnotizado con los ojos bien abiertos y con curiosidad enfermiza.
Sonó el teléfono y ni lo atendió, tan absorto estaba que para él no existía nada más que la foto. Y la miraba y la miraba parecía que quería comérsela. Después de unos minutos llegó la madre a casa y le avisó que había llegado.
Como no le contestó la madre pensó que dormía. Los minutos siguieron pasando y como el niño no salía de su habitación la madre entró y no lo vio. Lo buscó por toda la casa y ni señales, llamó a sus amigos y no estaba con nadie. Volvió a la habitación del niño y se dio cuenta que en su cama había varias fotos tiradas.
Se sentó a ordenarlas para guardarlas cuando se detuvo en una foto en blanco y negro. En ella estaban sus abuelos, y un niño muy parecido a su hijo. No podía creer lo que veía, hubiera jurado que ese niño no aparecía en esa foto recuerdo de ella y sus abuelos. Desde ese día la madre no ha vuelto a ver a su hijo al menos en persona. Un día se sienta a observar la fotografía y ve como los abuelos se hacen más jóvenes y a veces más viejos, y el niño se hace joven y más viejo y vuelve a ser un niño y la escena se repite, ahora es la madre que ve fijamente la foto en blanco y negro.
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